En cualquier momento,
en cualquier lugar,
en el momento más inesperado,
en el lugar más inesperado,
Su Amor,
la inmensidad de Su Amor
Cristo Salvador,
de Quentin Massys,
díptico en el Museo del Prado
9 de junio de 2023
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Felicidades cotidianas
barrer la casa
vida espiritual
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La cruz es Luz,
Jesús nos abraza en la cruz,
nos abraza en el dolor,
en el dolor Jesús nos da Luz
En los cuadros de Friedrich
podemos ver el rostro de Dios.
Así en el cuadro que conmemora
al médico Johann Emanuel Bremer,
en la sombra de la verja sobre la arena
a la luz de la luna...
Memorial de Johann Emanuel Bremer,
de Caspar David Friedrich,
hacia 1817
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La Vida en Cristo,
más allá de mí mismo
en mi Verdadero yo
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"¡Olvida el pasado!
Yo hago una cosa nueva,
justo ahora surge
¿no te das cuenta?
Isaías, 43,18
Siempre vida nueva
Del libro: Una pequeña llama
A veces
A veces Dios muestra su sabiduría
no diciendo su nombre.
Aparece en una sonrisa,
en un gesto de amor,
está en cualquiera de sus criaturas,
en las hojas secas, en las hojas nuevas,
pero no dice su nombre.
Sabe que hay veces
en que decirlo sería contraproducente.
Su delicadeza... su aparente ausencia...
no se impone, propone, sugiere...
a mis padres, Carmen y Ángel
primavera de 2023
Del libro: Una pequeña llama
Esta tarde de invierno
Qué bien ser un copo de nieve
en esta tarde invernal,
ser un aldeano que vuelve a casa
con un haz de leña
para el fuego del hogar,
qué bien ser un niño que patina
con un amigo en el lago helado,
qué bien ser el aire y los pájaros,
las callejuelas cubiertas de nieve
y las ventanas de las casas humildes
ya en la penumbra.
Los árboles llegan al cielo
con sus ramas sin hojas
y al fondo del corazón.
Qué bien lo lejano ya en la bruma del atardecer
y alguna aldea distante
con la torre de su iglesia que apenas se ve.
Qué bien ser un ladrillo en la pared
de la iglesia o un trocito
de cristal emplomado en la ventana.
Qué bien ser la anciana que reza
ante su frugal cena
y en el bendito silencio no temer.
Qué bien ser cualquier pequeña cosa
y llevarse todo a lo hondo del pecho
esta tarde de invierno.
Qué bien estar en paz
aun enfermo y ya por morir.
Qué bien estar con Dios
en secreto, muy quieto,
tener a Dios muy adentro,
estar en paz con todo
esta tarde de invierno,
esta tarde de invierno
contemplando una postal de
"Paisaje invernal con patinadores
y trampa para pájaros,
de Pieter Brueghel el Joven, 1565-1638,
en el museo del Prado, Madrid.
Y "Anciana rezando", de Nicolas Maes
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Esta tarde de invierno
Esta tarde de invierno
en todo hay un consuelo
si estoy en el Señor
Salmo CXXVI:
"En vano os levantáis
pronto por la mañana
y vais tarde a descansar
vosotros que coméis
un pan de fatigas:
a su predilecto Él le
dará pan al dormir
Del libro: Una pequeña llama
El Silencio
El Silencio nos da una gran Paz,
la Paz más grande que existe.
Es un regalo maravilloso.
El cardenal Robert Sarah
dice que el Silencio es Dios.
La Paz que nos da el Silencio
está con nosotros siempre,
desde que estamos en el vientre
de nuestra madre.
Nos protege siempre,
pase lo que pase,
nos da seguridad y dulzura.
No hace falta ir a ningún sitio
para encontrarlo.
El Silencio es lo que somos,
es Salvación, Eternidad, Paz y Amor.
Así que también somos Salvación,
Eternidad, Paz y Amor.
Las palabras y actos de Salvación,
Eternidad, Paz y Amor,
que superan el egoísmo,
provienen del Silencio
domingo, 1 de enero
Tengo fe II
En el ladrillo en la pared tengo fe,
en la pequeña mata de flores
que surge en nuestra mente
en la cama en la noche,
en las apariciones y discretas iluminaciones
que nos recogen en la vida de la Paz,
tengo fe.
En la caricia de la puerta,
de la naranja en el plato
y del silencio del grifo,
en la caricia de las cosas más inesperadas,
la caricia de que hay una puerta en todo muro
como en el cuento de H.G. Wells,
en la revelación de que el Señor alienta en todo
y no hay nada que no participe
de la vida buena de Dios, tengo fe
Del libro: Una pequeña llama
No hay nada más grande
que sentir el amor de Dios,
sentir que Dios nos ama
a cada uno de nosotros,
a cada brizna y fragmento del universo
A través del sufrimiento
aprendemos el camino del Amor.
Si no fuera por el sufrimiento
nunca podría haber visto
la maravillosa respuesta amorosa
que mi madre dio al dolor.
Un día, ya muy enferma, me dijo:
"¡Qué bien estamos!"
Decir esto cuando tenemos salud
está muy bien, es una muestra de gratitud.
Pero decirlo cuando nos falta la salud
es algo grande, es una semilla
que ensancha el corazón,
abre camino, transforma la oscuridad en Luz
Del libro: Una pequeña llama
Dios abre puertas,
no las cerremos nosotros
El ateísmo y la Luz
El físico inglés Stephen Hawking dice:
El cristianismo es un cuento de hadas
para los que tienen miedo de la oscuridad.
El matemático irlandés John Lennox le responde:
El ateísmo es un cuento de hadas
para los que tienen miedo de la luz.
La luz no tiene miedo de la oscuridad
porque nos revela que la oscuridad
es también luz, nos revela
que en nuestros momentos más oscuros
también hay luz, nos revela que somos luz.
Esta luz no es cuento de hadas,
ni un cuento chino, ni una mentira.
Esta luz es Dios, y es Eternidad y nos revela
que nosotros somos parte de Dios
y que somos eternos.
Esta luz no es una teoría o una especulación.
Es una intuición y una experiencia real
que desde los albores de la humanidad
incontables hombres y mujeres
han podido experimentar, paladear y gozar.
Desde hombres y mujeres anónimos,
desde grandes maestros espirituales
a meros aprendices como el que esto escribe,
innumerables seres hemos tenido acceso
a esta realidad que el ateísmo actual
quiere descartar.
Quiere descartarla menospreciándola.
Dice que Dios y la Eternidad,
nuestro Dios y nuestra Eternidad,
sólo son una ilusión a los que nos aferramos
porque tenemos miedo
cuando llega la muerte y el dolor.
El ateísmo actual dice que Dios y la Eternidad
son bonos que nos dan las religiones
para afrontar la muerte. Este ateísmo
dice que estos bonos de Eternidad son sólo
promesas sin fundamento y vanas palabras.
Como la madre que a su niño pequeño
le dice que mire un pajarito
para que no se fije en la herida
que se acaba de hacer.
Pero el problema del ateísmo
es que ese pajarito del que la madre habla
al niño SÍ existe. Y existe antes
de que el niño se haga la herida
y existe cuando tiene la herida
y existe después de la herida;
ese pajarito se llama Luz,
se llama Dios y Eternidad,
nuestra Eternidad, y existe siempre.
Existe siempre independientemente
de nuestros miedos y nos salva siempre,
si nos abrimos a Él, si nos abrimos a Él.
Si nos desprendemos de nuestro ego miope
y de nuestro cegador orgullo
y nos abrimos a Él.
En el dolor y la muerte hay Luz,
hay Salvación,
hay Eternidad, hay Dios.
Para terminar les dejo con estas palabras:
Francois Mauriac nos dice: Jesús admira
que nos entreguemos a Él, admira nuestra
humildad, admira una especie de rendición
que es fruto de una lucidez espiritual
que es la suprema de las gracias.
Ramana Maharshi: El verdadero nacimiento
es darse cuenta de que no hay nacimiento
ni muerte y que formamos parte
del Ser Eterno.
Yo no soy mi cuerpo, soy más,
tampoco soy la mente que piensa,
si nada de eso soy, ¿quién soy?
La Conciencia que permanece, eso soy.
Thich Nhat Hanh: La muerte es un concepto
que no se puede aplicar a la realidad.
Mi vida es ilimitada, nunca he nacido
y nunca moriré.
Jesús de Nazaret: Yo soy la resurrección
y la vida; quien cree en mí, aunque muera,
vivirá; y quien vive y cree en mí, no morirá
para siempre. Juan 11, 25-26.
Del libro: Una conversación silenciosa
Esta mañana, asediado por algunos diablillos tocapelotas,
"rompiscatole", quizá parientes de los que a veces dan la
lata al cardenal Raniero Cantalamessa y de los que habla
en su libro "El canto del Espíritu", he escrito esto:
Al despertar
Al despertarme esta mañana
he comprendido algo importante.
Nuestra tristeza por tener que morir
no se sostiene,
está dentro de algo más grande: el Silencio.
Y este Silencio que está en todo el universo
y también en nosotros mira benévolo
nuestra tristeza, nuestra incredulidad
y nuestro escepticismo y sonriendo nos dice:
"¿Pero no te das cuenta, no os dais cuenta,
de que vuestra tristeza os engaña?"
Y sí, me doy cuenta
de que la tristeza que me hace creer
que la muerte es la reina del universo
es una equivocación, un espejismo
que pierde todo su poder
ante el ser inconmensurable
en el que flota como una nube miope.
No nos damos cuenta de este gran ser
que Vive en todo, no logramos verlo
porque no estamos atentos,
no miramos bien y no vemos su existencia,
su grandeza.
Y en cambio vivimos encerrados
en una miopía triste y resignada
de la que nace el poder
que atribuimos a la muerte.
Pero podemos despertar
y al escuchar el Silencio, al escuchar a Dios,
vemos que somos Él,
vemos que nos cuida y nos ama
con un amor que supera
todos nuestros cálculos y esquemas.
Y yo, ante su regalo maravilloso,
ante este cielo nuevo,
me siento libre de todas las cadenas
de la tristeza y de la muerte.
Yo apuesto por mí, apuesto por Él
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No estés triste
no tengas miedo
cada paso es un paso hacia Mí
cada momento es Eternidad, Dulzura
Del libro: Una pequeña llama
Qué emoción en la catedral de Valladolid,
el silencio de sus piedras
nos da vida eterna.
Luego visitamos la iglesia
de Santa María la Antigua,
la guía de viaje nos dice
que es la arquitectura hecha oración, sí.
El exterior es blanco, luminoso.
El interior es oscuro, secreto,
invita al recogimiento,
a hablar con el Señor.
Una mujer joven
en la penumbra del último banco
arrodillada reza.
En la iglesia de San Pablo
las vidrieras azules detrás del altar
cantan y nos elevan
Del libro: Una pequeña llama
a Javier Marías
La vida es el navío
que tomamos para llevarnos al infinito.
De la mano de la vida
entramos en la eternidad
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Las nubes son los navíos
que tomamos para llevarnos al infinito.
De la mano de las nubes
entramos en lo eterno
a mi esposa,
a Helen Burns, amiga de Jane Eyre
¿Has visto la llama de una vela
cómo se resiste
cuando la embiste el viento,
cómo lucha, se inclina y se retuerce
para no desaparecer?
Así somos nosotros
ante los embates de la vida,
hasta que al final
una ráfaga más fuerte
que nuestras propias fuerzas
apaga nuestra llama.
Pero la luz que el Señor nos da
resiste todas las adversidades
y también la muerte,
no se apaga y no se ve
Del libro: Una pequeña llama
Ésta es mi riqueza
Ésta es mi riqueza,
escuchar y mirar
y encontrarte en todo, Señor.
Estás en la curva del respaldo de la silla,
en el silencio de la cocina
y en el ruido de la moto en la avenida,
estás en la suavidad del reflejo
de la vela en los azulejos de la pared
y en la santidad de los baldosines en el suelo.
¿Qué es la santidad? Es el amor y la humildad.
Así que los baldosines nos dan su amor
y nos muestran y enseñan humildad
porque Tú estás en ellos.
Todo es santo y sagrado
porque Tú estás en todo,
en cada cosa, en cada cosa.
Y tu amor y tu humildad
son tales porque das a todo
la libertad de rechazarte.
Como dice el cardenal Raniero Cantalamessa:
"Tú has dado al universo
una libertad de actuar".
Encontrarte en todo me da la paz,
una paz invencible.
Incluso en los que te rechazan
estás Tú, porque se te puede rechazar
pero no eliminar
como si no existieses.
Tú existes,
estás en los pasos de la vecina de arriba
y en el cáncer de mi amigo,
en la fuente que corre alegre
y en el desierto efímero
de Tú sabes cuántos corazones,
estás en el azul del cielo
y en el azul de la mascarilla,
estás a nuestro lado porque nos amas.
Puedo ir a cualquier lugar
por muy lejano, brillante u oscuro que sea
o quedarme aquí sentado
porque Tú estás a mi lado.
Estás dentro y fuera de nosotros,
eres inmanente y transcendente,
Tú has dado vida al universo
y tu amor y tu belleza
atraen todo hacia ti.
Por eso esperamos y buscamos
y encontramos:
para reunirnos contigo
y alcanzar así la paz.
Por eso cuidamos cada cosa,
para ver su paz, su verdad más profunda,
su verdadera belleza,
que es verte a ti.
"No vemos una cosa
hasta que no vemos su belleza",
en las palabras de Oscar Wilde
hay una revelación de felicidad.
Me quedo contigo, Señor.
Ahora cuando termine estas líneas,
por tu Gracia, seguiré contigo,
en bendita paz,
al mirar cada cosa,
el azul del cielo y los vencejos
que pronto se irán
y en el hueco que dejen
Tú también estás.
Tu Existencia es un canto,
es también nuestro mejor canto,
un canto de dulce triunfo,
de sonrisa tranquila, de amor infinito
que todo custodia, todo guarda
y vive, respira, en tu eternidad
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Señor, tú eres la mañana nueva,
la frescura de cada hora del día,
la frescura y bondad de cada hora del día,
tú salvas las horas,
salvas el tiempo de la decadencia y la muerte,
tú salvas todos los seres, todas las cosas
Del libro: Una pequeña llama
Para estar mejor protegidos,
para que nos salgan las cuentas,
las verdaderas cuentas,
para vivir mejor:
menos Otan y más "Fratelli tutti"
"La paz no se hace haciendo más guerra,
sino haciendo menos y debemos empezar
haciendo la paz desde nosotros mismos.
Para llegar a los poderosos del mundo
que no están tan lejos, basta con que les
llegue nuestra voz, nuestros sentimientos
y también nuestra oración".
Marco Tarquinio, director del periódico
italiano "Avvenire", "Futuro",
28 de junio de 2022
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En este valle tantas veces estéril,
tantas veces de lágrimas,
de repente el azul
"Surge, Señor, que no prevalezca el hombre.
Que no continúe extendiendo el terror
el hombre hecho de tierra".
Salmos IX y X
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Con mi esposa
el arco iris en casa
haciendo ganchillo en el Cielo
Del libro: Una pequeña llama
Feliz Navidad
Feliz Navidad hoy 11 de junio
en que ves que la luz en la pared
es amor, es el amor de Dios
que te envuelve
y Jesús-Luz se acerca
y se mete dentro de ti
y nace en ti y te dice:
"Te doy mi Luz,
te doy mi Amor,
te doy mi Paz,
somos uno desde siempre".
Y tú eres feliz con Él en tu pecho
y lo abrazas con fuerza
para que no se vaya.
Y luego, a lo largo del día
y de las mil y una
circunstancias de la vida,
te olvidarás de Él
pero Él seguirá a tu lado,
en ti, y te despertará de nuevo
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Cada arbusto, cada piedrecilla, cada árbol,
tiene una misión
(sobre un cuadro de Manuel Luca de Tena,
"Itsukushima")
Del libro: Una pequeña llama
Todas las noches antes de dormir
me asomo por la ventana
y veo la noche, los árboles enfrente
y lo inmenso se acerca,
aparece y sin ningún esfuerzo
disuelve todos mis pensamientos
y vuelve insignificantes y nimios
todos mis esquemas,
opiniones, intereses y deseos
para darme algo más grande
que siento inmensamente valioso
que me hace bien y es bueno
y desconozco y a la vez
es algo íntimo, en lo que puedo confiar,
algo irresistible
a lo que me puedo entregar
porque misteriosamente sé
que inesperada e increíblemente
me salva, siempre me salva
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El Tempietto
Este Tempietto que proyectó Bramante
me recuerda a nosotros, lo mejor de nosotros.
El pequeño templo, la casa limpia,
ordenada, luminosa, que podemos ser.
Desde nuestra precariedad intuimos
que estamos llamados a ser
este pequeño templo,
algo que sea digno de acoger
la visita de lo que es más grande
que nosotros y nos llena.
Este Dios infinito
que con su presencia misteriosa
nos deja libres de reconocer,
en nuestra frágil carne y barro,
la argamasa, la piedra y mármol, el espíritu,
con que construir un bello lugar
donde estar con Él.
Tempietto de San Pietro in Montorio, Roma
Del libro: Una pequeña llama