El memorial de la princesa Diana
en Hyde Park en Londres,
ése a modo de corazón
por donde el agua fluye tranquila
y la hierba descansa.
También el cielo de días nublados
o azules y los árboles invernales
o plenos de hojas,
y la gente que por aquí pasea
o entra en el agua...
ésta es la prolongación feliz de su vida,
esta paz misteriosa,
su feliz vida nueva
nos acompaña
y deja en nosotros su presencia
ooo
Gratitud a los médicos
Me gustaría con estas palabras expresar mi
gratitud a los médicos.
Recuerdo al doctor Lagos que cuando yo
tenía cinco o seis años y estaba siempre
con resfriados aconsejaba jovialmente a mis
padres que me cambiaran por una lavadora.
Un poco más tarde el doctor Azcona que me
dijo que no tomara ninguna medicina y así
me curó.
El doctor don Luis de Lassaletta, sólo verle
te tranquilizaba, emanaba bondad. Cuando
se iba de vacaciones decía a mi madre que
si nos poníamos malos le llamara aunque
fueran las 4 de la madrugada. No nos quería
cobrar. Su presencia era una medicina mara-
villosa que seguía actuando cuando se iba.
Fue también de gran ayuda para mis hermanas.
Sus consejos y su fortaleza humilde, paciente,
me ayudaron a sobrellevar mi servicio militar.
Recuerdo también a la doctora Lucía Polanco
Pujol cuando le dije que me ponía nervioso
todas las tardes al ponerme el termómetro para
ver si tenía fiebre y con gran alegría me dijo
"pues no se lo ponga"; me hizo reír de pura
felicidad y desde ese día se me quitaron todas
las fiebres.
Yat Wah Pun es luz, su dulzura te envuelve,
te cuida, recibes amor. Visita en días festivos
a los pacientes que ha operado para ver cómo
están. Puedes palpar su interés, puedes tocarlo.
Su presencia te acompaña, te protege, siempre
su luz está contigo...
Con afecto, con amorosa cercanía, están en mí
el doctor Joaquín López Baissón, María
Luisa Jaén, Alicia Muzas, el doctor Reyes,
Almonacid de la Pedrueza, Torrubiano,
Laurentino, Roberto y Celia Vega, Reyes Peña,
el doctor Lorenzo cuidó mis ojos, Ricardo Pita,
María Luisa Castán y su enfermera Victoria, mi
sobrina Lucía, y un ángel de la guarda, Geny,
mi otra sobrina; sor María del Carmen y la
enfermera Amalia que cuidaron a mi madre...
Cruz Calvete, Emma Torres, Mónica Sánchez
Gallardo...
Los médicos se dan a los demás, como Jesús,
es lo más alto, el amor a los demás. El amor,
de una u otra forma, sin que sepamos muy
bien cómo, nos hace eternos
ooo
Sentir a Dios en el silencio, en tantas cosas...
Sentirlo, sentirlo dentro de nosotros,
sentir que Vive dentro de nosotros,
que Existe dentro de nosotros,
que Es dentro de nosotros.
Él es lo Eterno en nosotros,
nuestra carcasa humana es frágil,
pero Dios nos llena
con su Eternidad y su Amor.
Tenemos la Vida de Dios en nosotros
y eso nos hace Eternos.
Es un regalo maravilloso
y eso nos hace sentir hacia Dios
una gratitud infinita.
San Pablo lo dice muy bien:
"No soy yo quien vive,
es Cristo quien vive en mí".
Y también lo sienten y lo dicen
Ramana Maharshi y el poeta Rumi,
y el padre Roberto Pasolini y el padre
Raniero Cantalamessa, y el abad Bernardo
Gianni y el padre Enzo Fortunato
y Anna Maria Canopi,
y Fabio Rosini y Alberto Maggi,
y Paolo Curtaz, y Marco Pozza,
y Luigi Maria Epicoco y Jean Paul Hernández
y tantos otros... y nosotros también
ooo
la luz nos hace santos
ooo
Música, la música del silencio,
la música de Dios,
que nos da su amor y su paz
y en medio de nuestra debilidad,
en medio de nuestra fragilidad,
nos hace fuertes,
nos hace eternos
ooo
el mirlo canta, el mirlo canta
ooo
Estás conmigo, Jesús, Señor,
aunque me muera
nada malo me puede pasar
ooo
¿De dónde viene el impulso
que me ha hecho salir de casa?
Camino encantado,
rosas silvestres, los soles de las margaritas,
las hojas de los cedros bendicen
a su alrededor.
He salido para agradecer.
Sentado bajo los tilos,
su frondosa sombra
y los prunos rojos,
su amable compañía,
la suave brisa del aire...
y algo más...
¿lo sientes?
una presencia benéfica
envuelve todo
y hace posible que todo descanse,
¿la rechazarás?
¿puedes rechazarla sin destruirte?
Y aun así, si la rechazaras,
ella te seguiría amando...
desprende algo amoroso,
protector, saludable...
Su amor sabe a eternidad
y siento que este amor
se expande por todas partes, ilimitado.
Siento que es inextinguible,
que es indestructible, invencible
y que nada puede dañarlo,
ni mancharlo ni matarlo,
y nos ama y nos da todo lo que él es.
¿El hecho de que yo lo llame Dios
te hará rechazarlo?
ooo
Una felicitación de cumpleaños de mi madre,
un paisaje nevado,
quizá un cuadro holandés del XVII,
los árboles sin hojas de fuertes ramas,
en el centro una pradera blanca
donde una madre y su niña
hablan con un muchacho y su perrito,
una casa cerca les espera,
por el camino
se aleja despacio un hombre
en un caballo castaño,
el cielo también blanco,
y a lo lejos, apenas visibles,
mi madre y yo caminamos de la mano
ooo
La belleza del mundo
dice que esto no debería estar pasando,
la belleza de los árboles en la noche,
el aire de la mañana, el azul del cielo,
hacen aún más injusta
la conducta de Israel en Gaza
El Cristo de Andrei Rublev
"Entre guerras y dolor se abre a los ojos del
Espíritu la visión de la Paz, infinita, imper-
turbable, inviolable. Su potencia se armoniza
con la mansedumbre que nada impone, nada
juzga, sólo da".
Massimo Cacciari, sobre
el icono de Cristo Redentor, de Andrei Rublev,
en la Galería Tretiakov, Moscú
Miro este icono,
cada vez más, cada día más,
instintivamente quiero abarcarlo,
pero es Jesús quien me abarca a mí.
Él me guía,
me saca de los atolladeros de este mundo
y continuamente me demuestra
de mil maneras
que hay una forma sabia
de encarar las dificultades,
la enfermedad y la muerte.
Esa forma es confiar en Jesús,
colaborar con Él,
darle las riendas de mi vida.
Somos muy precarios,
soy muy frágil
pero si me entrego a Jesús
todo lo adverso
ya no es algo terrorífico y demoledor.
Adquiere un sentido,
ya no es un punto final,
sino el paso a algo más grande
que nosotros,
más grande que yo,
algo eterno y bueno.
Jesús me dice que me abra
a esta realidad amorosa y protectora,
que me confíe a ella,
que me puedo fiar de Él.
La compañía amorosa de Jesús
no anula el sufrimiento
pero lo supera.
Lo que más desea Jesús,
como dice Rumi,
"es que aceptemos este regalo
de vida ilimitada que Él nos ofrece",
este abrirnos a este camino
que siempre va más allá
de todos los callejones sin salida
de nuestra vida
Este icono de Andrei Rublev
me da esta luz, esta esperanza
que cada vez más, cada día más,
siento que es el mejor
camino posible para mí:
entregarme
en medio de todos los torbellinos de la vida
a su mirada
que quiere mi bien
En la seriedad de Su rostro
hay también muchas cosas:
hay una ternura infinita hacia nosotros
y un amor por nosotros
que late momento tras momento
con un fueguecillo que no se acaba nunca
y nos da firmeza y consuelo.
Hay también en Tu mirada
una sonrisa que expande nuestros corazones
y nos hace sonreír
llenos de confianza, llenos de esperanza.
Jesús, eres una puerta abierta
por donde entramos
a un mundo nuevo
que está aquí justo ante nosotros
día tras día
y se despliega inesperado y maravilloso
en nuestro quehacer cotidiano.
Nos miras y nos llenas de sol radiante
y alegría, y estrellas encendidas
en la noche, y aire refrescante
y limpio y luz
que se llevan nuestras tinieblas.
Nos envuelves de bienes
y dones y nos traes la voz del mar
y la íntima y acogedora lluvia
y el bienestar de una pequeña habitación
donde sentimos el latido del universo
y tu corazón junto al nuestro.
Señor, no hay cosa que más desees
que amarnos
y procurar nuestro bien,
nuestra paz, nuestra alegría tranquila
ooo
"Y de repente sentí (no pensé, sino sentí) que
tenía un alma inmortal. No me veo capaz de
decirlo o explicarlo de otra manera, aunque
me doy cuenta de que suena pretencioso.
Pero esto era lo que yo sentía: tenía un alma
inmortal. Y mi melancolía se disipó.
Me invadió la alegría, una gran alegría, una
explosión de alegría. Era como acordarse
de algo muy importante después de varias
semanas de silencio y vacío: tengo un alma
inmortal".
Adam Zagajewski, en el libro
"Una leve exageración", página 315,
editorial Acantilado
"Cómo podría vivir en nosotros la oración
si supiésemos aceptarla".
Adam Zagajewski, del poema
"Tadeusz Kantor" en el libro "Antenas"
ooo
Tocar a Dios
Tocar a Dios
en la increíble frescura de la mañana,
tocar a Dios
en la fragancia de la mañana y sus flores,
en el azul del cielo,
tocar a Dios en el aire,
en la luz de las hojas en los árboles,
en sus troncos, sus sombras.
Tocar a Dios en sus maravillosos regalos
y en los regalos suyos que no comprendo.
¿Hay algún lugar donde no se pueda
tocar a Dios?
Tocar a Dios en la luz ahora
y en la de aquella mañana con mi madre
caminando felices en la luz
por el pasillo del hospital
hace ya trece años.
Tocar a Dios
y amarle
ooo
Nuestra ancla con confianza lanzamos,
lanzamos a cada cosa,
a cada actividad que hacemos,
para anclarnos en la eternidad,
y ésta ya antes
se había anclado en nosotros
ooo
Un árbol y bajo él
un hombre se apoya en su tronco
y ahí descansa.
Hay una insistencia en Friedrich,
una perseverancia
de enraizarse en la eternidad,
de abrirse a su llamada
"Paisaje campestre a la luz matinal
(Árbol solitario)",
"Salida de la luna a orillas del mar",
ambos cuadros de Caspar David Friedrich,
en la Nationalgalerie Staatliche Museen
de Berlín.
ooo
Dios no crea para la muerte,
Dios crea para la vida,
la belleza de la creación
va hacia la vida,
hacia Dios desbordante, amoroso
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Íbamos por los campos
camino del anochecer
y por encima de la muerte
se alzaba la clara luz
del mundo por venir
ooo
La luna ha salido sobre el mar,
ilumina las viejas iglesias
y los álamos ante
el tranquilo jardín,
alguien, al pasar por aquí,
ha hecho que todo descanse
ooo
Delante del sol
abrimos los brazos
para recibir la vida nueva
ooo
En el funeral de Jose
se formó una guirnalda de amor,
ante el amor poco puede decir la muerte,
su familia estaba allí,
cada uno con su trocito de luz eterna
ooo
El viento mece los árboles,
hay un leve oleaje, un asentimiento,
Dios acaricia a sus criaturas,
nosotras nos abrimos a Dios
ooo
Señor, tú eres el aire, la luz,
el silencio,
tú tocas todo y estás dentro
de todo y de todos
y también más allá de todo.
Realmente eres todo y todos,
nos das la paz y el amor infinitos
Jesús, eres Dios
y también eres una Persona,
un hombre,
y también no tienes forma,
eres más allá de toda forma,
y también tienes y eres todas
las formas, la del aire,
la de la luz, la de la oscuridad,
la del silencio, la de la Palabra...
Nos das paz y amor infinitos
1Corintios, 15, 28, Para que Dios
sea todo en todos.
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El Amor,
el Amor que Dios nos tiene
y que nosotros compartimos
y difundimos,
el Amor de Dios por nosotros
lava el mundo,
quita el pecado del mundo
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Tú desciendes como nieve santa
sobre todas las personas
y todas las cosas
para que sean buenas
ooo
La Cascada de tu Amor y Paz liberante
ooo
La alegría terrenal y ya celestial
de sor María del Carmen
a quien mi madre adoraba
y a quien sólo vi una vez
unos pocos segundos en 2011
en la residencia de doña Fausta Elorz
aquí en Madrid,
me inunda ahora
mientras barro la casa
este dos de mayo de 2025
con los árboles maravillosamente verdes
y el cielo gris y la lluvia
con truenos y relámpagos
ooo
Quizá una de las maneras
más eficaces y a la vez humildes
de revelar a Dios
sea por medio del silencio,
porque el silencio es Dios.
Y el silencio habla, el silencio actúa.
Quizá de una manera más sutil
y eficaz que las palabras.
Uno de los sacerdotes italianos
que sabe muy bien esto
creo que es el franciscano Roberto Pasolini.
En sus meditaciones y comentarios,
deja muchas veces lugar al silencio
y éste confirma las palabras de Pasolini
y hace que su sentido
se adentre en nosotros
y se grabe en nosotros,
Dios se adentra en nosotros
nos está esperando el Cielo
en la noche
en la cama
en la paz del Señor
oyendo respirar a mi esposa
noto que nos está esperando el Cielo
en cada momento
nos está esperando el Cielo
entremos
veintinueve de abril de 2025
ooo
Desde la ventana de la cocina,
mientras desayuno,
veo el cielo
y leves pinceladas de nubes
que el Pintor ha difuminado
sobre el pálido azul,
como si con un algodón
hubiera extendido suavemente
el color blanco de las nubes,
como lo hacíamos en el colegio
cuando yo era pequeño.
Qué paz más extraordinaria
nos da este cielo,
llega hasta el fondo ilimitado,
no nos abandona
con el Papa Francisco
ooo
Tengo en la mano
una imagen del Cristo de Cefalú.
El sol dentro de Jesús late,
su luz aflora cálida,
como una ola secreta, vivificante,
se extiende sin fin
ooo
Qué quieto está el día,
qué tranquilo es Dios,
esta plenitud silenciosa
transciende lo visible,
enlaza todo,
atrae todo hacia sí
ooo
Desde el lecho de muerte
al que me llevan
las cosas que me contrarían,
de improviso veo el cielo azul
y las nubes y ellos se llevan
mi mal humor, lo barren.
Aceptar nuestros límites
es sobrepasarlos.
Aceptar que somos frágiles criaturas,
no soberanos.
Si nos damos cuenta
Dios nos da la Vida Eterna
en cada momento,
para ir más allá de la muerte
basta dejar atrás el ego
y con confianza entregarnos
ooo
El cielo, el Cielo,
se cuela en la habitación,
se posa en la pared
y nos descansa
ooo
Una luz llega,
no la esperabas:
la luz de la verdad
es la luz del amor