Exposición de Marc Chagall 
                    en Madrid

Ante estos grandes cuadros sobrecogedores
de Jesús en la cruz que curiosamente llevan 
el título de "Resurrección" o "Resistencia",
no puedo por menos de emocionarme y ma-
ravillarme ante el misterioso poder de su 
cruz vivificadora... que atrae todo hacia sí.
El extrañísimo poder de su amor que incluso 
en la cruz es ya Resurrección y señal de 
esperanza.
Ante estas pinturas siento con profunda y 
silenciosa certeza que no hay nada en el 
mundo que no lleve señal de ese amor que 
dio su vida por nosotros en una cruz, para 
salvarnos, para fecundar lo mejor en nosotros,
para que con su ejemplo nos transformemos,
para que con su ayuda transformemos nuestra 
ceguera en luz, para que seamos dignos de lo 
mejor en nosotros: lo eterno, la verdad, la 
belleza, el sumo bien. 
El mal en el mundo viene de la ignorancia 
de los hombres o por su consciente rechazo 
del bien. Pero aquí está el amor de Jesús, 
que trae la vida buena y alta: en estos cuadros, 
en los espectadores en silencio que los con-
templamos y, cuando salgo de la exposición, 
en cada cosa que veo, en la intensidad mis-
teriosa de los árboles invernales, en las nubes 
grises que engalanan el frío cielo de plata, 
reconfortante, iluminador, de Resurrección. 


                                 2 de marzo de 2024
                                     Marc Chagall
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