El Silencio

El Silencio nos da una gran Paz,
la Paz más grande que existe.
Es un regalo maravilloso.
El cardenal Robert Sarah 
dice que el Silencio es Dios.
La Paz que nos da el Silencio
está con nosotros siempre,
desde que estamos en el vientre 
de nuestra madre.
Nos protege siempre, 
pase lo que pase,
nos da seguridad y dulzura.
No hace falta ir a ningún sitio
para encontrarlo.
El Silencio es lo que somos, 
es Salvación, Eternidad, Paz y Amor.
Así que también somos Salvación, 
Eternidad, Paz y Amor. 
Las palabras y actos de Salvación,
Eternidad, Paz y Amor,
que superan el egoísmo, 
provienen del Silencio

                 domingo, 1 de enero


              Tengo fe II

En el ladrillo en la pared tengo fe,
en la pequeña mata de flores
que surge en nuestra mente
en la cama en la noche, 
en las apariciones y discretas iluminaciones 
que nos recogen en la vida de la Paz, 
tengo fe.
En la caricia de la puerta,
de la naranja en el plato
y del silencio del grifo, 
en la caricia de las cosas más inesperadas, 
la caricia de que hay una puerta en todo muro
como en el cuento de H.G. Wells,
en la revelación de que el Señor alienta en todo
y no hay nada que no participe
de la vida buena de Dios, tengo fe