Las rosas en el frío
Las rosas en el frío,
inmutables, impasibles.
Entregadas, como el frío mismo
aprendiendo de ellas,
a un tiempo diferente.
No el tiempo de la muerte
que a todo pone final
y divide y limita todo.
Las rosas maestras,
de las que todos aprendemos,
sabias por su humildad,
se entregan a un tiempo
que no conoce término
y a nada pone fin,
un tiempo más íntimo,
esencial, de dulce serenidad,
que nos espera siempre,
nos acompaña siempre
y nos revela el verdadero latido
de nuestro verdadero corazón
El sufrimiento
es una perla que brilla
en la oscuridad
y espera ser rescatada
por la luz
Del libro: Paz misteriosa
El sol blanco de invierno
y sus destellos
como la cola de un pavo real,
la calle y los árboles blancos,
alguna hoja vuela en el aire
y va cayendo como nosotros
en el infinito
5 de enero de 2017
Del libro: Paz misteriosa
Toma un avión
El otro día en el autobús,
de repente, se me cerraron los ojos
mientras estaba pensando
en algo irrelevante
y así, tal como lo cuento,
entré en otra dimensión.
Sin yo quererlo, sin más,
con mis ojos cerrados
dejé de pensar pero no de sentir.
Estaba como dormido,
quizá muerto,
o verdaderamente vivo.
No sentía que hubiera perdido nada,
al contrario, todo ahora
era más real,
más elocuente y significativo.
Al decir todo, me refiero
a todo, en conjunto,
que es como el mundo
o la existencia aparecía
ante mis ojos cerrados
Toma un avión,
si puedes,
aunque no puedas
un avión te toma,
dondequiera que estés,
sin necesidad de moverte,
y llegas instantáneamente
a lo que de verdad eres
Del libro: Paz misteriosa
Para un cuadro de Caravaggio
que ya no existe y existe aún,
"La resurrección de Cristo"
De los que lo vieron
nos ha llegado algún comentario
que nos permite colegir
que nos hubiera conmovido.
Un hombre saliendo de su tumba
para encontrarse con sí mismo,
para, maravillado y a la vez
con naturalidad,
darse cuenta de que es luz.
La misma luz
con la que resucitó a Lázaro
le resucita ahora a él,
como también a nosotros,
amén
Del libro: Paz misteriosa
Las largas avenidas del verano,
con el sol en las casas
en las tardes interminables.
Las apacibles lecturas
o no tan apacibles.
La presencia de los que amamos,
no se fueron,
y están ahí,
de una manera
que nunca hubiéramos imaginado.
"Hey Jude" de Lennon y McCartney
que una pareja joven canta
sentados sobre la hierba.
Los veranos de la infancia
que vuelven en silenciosos retazos
como pequeñas nubes casi inmóviles,
nuestra vida que no nos pertenece,
como el verano sin fin,
el verano que nos ama
Del libro: Paz misteriosa
La luz nos ama,
la luz nos salva,
no la luz del quinto pino,
ni la del más allá,
sino la del más acá,
la que da en la pared por la mañana
y encantaba a mi mujer de pequeña,
la que hace sonreír
al que está por morir,
la que nos acompaña siempre,
la que hace de la oscuridad
una paz fértil,
la que se expande por todo el universo
y hace de él un jardín sorprendente,
sí, al cabo, la que viene del más allá,
pues donde nuestros ojos no llegan
nosotros sí,
la que nos anima y nos da confianza,
la que está dentro de nosotros
y no nos deja desesperar
Del libro: Paz misteriosa
A veces oigo a Juan,
que bautizó a Cristo,
cantándole al silencio
en el desierto
Del libro: Paz misteriosa
Alimento
En el Evangelio del Libro de Kells
una ilustración
muestra a varios animales
comiendo la Sagrada Forma,
el Cuerpo de Cristo.
En este vasto universo
nada hay que no sea alimento
para otro ser, somos uno.
Del amor recibimos alimento,
con amor somos alimento.
¿No pervierte la crueldad
este sacramento humilde y profundo?
Del libro: Paz misteriosa
Nubes
Llevo más de hora y media
disfrutando de las nubes,
a veces me fijo también
en alguna persona.
Las nubes no están ahí principalmente
para que fijemos
en la memoria su forma exacta,
sino para que nos expandamos...
Ellas nos elevan
por encima de los límites
y las mezquindades.
Las nubes nos recuerdan
la riqueza que hay en nosotros.
Nos llevan y hacen que nos deshagamos
con ellas en el azul,
nos recuerdan nuestro destino:
dejar atrás nuestra ignorancia
y recobrar el infinito, la plenitud que somos,
ser felices, como ellas
De las personas en las que me he fijado
a lo largo de todo este tiempo,
sólo una, todos los demás
parecían ir metidos
en su pequeño mundo
de empequeñecedores asuntos,
sólo una monja católica
me ha parecido que estaba
en plena armonía con las nubes.
Me he cruzado con ella en la calle de Alcalá,
su paso ligero, alegre,
su mirada resuelta, su sonrisa maravillosa...
una mujer celestial, una nube...
15 de Abril de 2016,
cerca de la plaza de Cibeles
y de la Gran Vía en Madrid,
y en recuerdo de otra nube,
El Duomo de Florencia,
Santa Maria del Fiore
Del libro: Paz misteriosa
Hace unos minutos
la vela se ha apagado
pero su luz inolvidable sigue
en el silencio,
en la vida,
en los que ven
en las palabras despectivas
de los que no creen,
en la respiración de los niños
y de los que son como niños,
Geny, en tu corazón bondadoso,
en muchos sitios
que no esperábamos
No hay oscuridad,
hay esta luz en paz,
latiendo, latiendo,
en el aire,
en cada rincón,
elevándolo,
dentro de nosotros,
amándonos,
guiándonos,
esta luz
que no necesita llama
para brillar
Del libro: Paz misteriosa
Sobre Georges de La Tour
Las madres de Georges de La Tour
con su recién nacido
a la luz de una vela.
La gravedad, la solemnidad,
del rostro de la madre
y la escena, me hace pensar
que el niño podría ya haber fallecido.
Siento que estoy ante una escena
importante y fundamental,
una celebración de la vida y la muerte.
Y más aun, de algo que trasciende
la vida y la muerte,
una vida imperecedera
que somos
respirando en silencio, tranquila,
a la luz de esa vela
ooo
Los cuadros de La Tour son oraciones,
las oraciones de la gente
que ha pasado por la tierra rezando,
rezando la oración de la pobreza,
la oración de la humildad,
la oración del silencio,
la oración de una palabra como una llama,
la oración de la paciencia,
la oración de la fe y la inocencia,
la oración de ver a Dios
en los demás, en todas las cosas
y también en los zapatos viejos,
la oración de la entrega
a lo eterno que habita en nosotros...
Hace años escribí un breve poema,
ahora al ver estos cuadros de La Tour
recuerdo aquel poema:
En mi, no en mi cuerpo,
brilla una luz,
me recojo y descanso
en esa luz
Del libro: Paz misteriosa
a Alicia Ibáñez Amigó
Las almas puras
vivirán siempre.
Su luz nos alumbra
en la noche,
Su luz nos alumbra
en el día.
Su alto vuelo
nos saca de la ceguera,
Su humildad
nos hace volar,
Su verdad
nos lleva a la eternidad
Del libro: Paz misteriosa
a Geny Enjuto Bernat
Cada vez que me acuerdo de Geny
mi alma se llena de su bondad,
de su maravillosa luz
Del libro: Paz misteriosa
Esta pintura que soy
Cierro los ojos o abro los ojos:
contemplando el cuadro que yo soy:
todos los colores, todas las formas,
están en mí.
Todo el tiempo y lo eterno
está en mí.
Una gran paz me invade
y reposo en ella.
Todo lo que amo,
todas las personas amadas,
están en esta pintura sin límites
que soy
ooo
a Cristino de Vera
La vida
fresca en el aire
saborea la vida
ooo
Ángel de la guarda
Me he quedado solo,
estoy solo,
para estar con todos,
para estar con Dios,
para estar con este viento
de la mañana
ooo
¿Quién tiene los ojos
suficientemente abiertos
para entrar
en lo eterno y silencioso,
en el amor íntimo, secreto,
universal, susurrado
en los cuadros de Marc Chagall?
ooo
Muerte maravillosa
Entregarme a este atardecer azul
de frío de nieve
y los faroles iluminando
las ramas sin hojas de los árboles
Del libro: Paz misteriosa
Huellas en la nieve
Huellas en la nieve,
huellas en el aire,
en el silencio,
en la discreta y secreta
canción de la vida,
en la gozosa y triunfante
canción de la vida.
Huellas de todos,
huellas de todos los que han sido
y siguen siendo siempre,
y tú y yo,
con ellos,
tranquilos y maravillados
de esta vida eterna nuestra
ooo
Los largos años de Robert Walser
en los asilos mentales,
un adiós que abre la puerta a un encuentro,
la amorosa noche de estrellas
sobre su ventana,
los paseos,
una foto recoge su figura
poco abrigada en la nieve,
su mirada de arrobamiento
en la nevada,
los paseos con Carl Seelig,
no hay escritura pero hay sentido,
la reveladora luz del silencio,
el amor, la inocencia, la nieve
ooo
El silencio, o la vida,
la presencia de Dios, o el amor,
es el hilo con diferentes nombres
que enhebra todos los seres del universo,
todas las mujeres y hombres.
Y ese hilo nos une
por encima de todas nuestras diferencias
y, muchas veces, con más eficacia,
mejor y más sabiamente
que lo que conseguirían
todos nuestros esfuerzos
ooo
Un árbol de Navidad con escarcha
abandonado al lado
de un contenedor de basura
es un regalo para recordar
todo lo que no se puede tirar.
el árbol brilla con su escarcha blanca
en la mañana invernal.
Yo espero que alguien lo guarde
como yo lo guardo
y el árbol brille
con el amor que difunde
todo el año, siempre,
en su corazón
ooo
Cada respiración es un copo
de nieve eterno
respirando con mi esposa
en la cama,
rezando con ella
cada respiración
una pequeña canción
de alabanza
empezar el día
con esta dicha
con esta paz
no separándonos de ellas
Del libro: Paz misteriosa
La joven que agoniza
que dibujó con lápiz rojo Edvard Munch
es un sol de eterna luz
Del libro: Paz misteriosa
Tenemos que acostumbrarnos
a ver con el corazón,
no con los ojos que son limitados,
sino con el corazón,
él sí puede ver la realidad
Del libro: Paz misteriosa
Abro la ventana por la mañana
y el cielo entra a raudales
en mí.
Veo cuerpos volando,
son pájaros,
mi corazón es también un pájaro
volando sin fin, para siempre.
Veo una paloma posada
en el balcón de enfrente,
yo también descanso
para contemplar el universo
radiante ante mí
Del libro: Paz misteriosa