No habrá una estancia en el castillo
en que tú no estés. Este hecho singular
y tranquilo, no te impide abrir día tras
día cada puerta. Una revelación te espera
detrás de cada una de ellas. Todas las
estancias están ahora abiertas, el castillo
está abierto: esperas y de tu espera has
aprendido a hacer una abierta estancia.