I

Pipa y té


Escribo desde el recuerdo, desde el lugar que estoy recordando. Todo lugar no es sólo uno, sino que encierra algo de todos los demás. Pero nunca estoy lejos de una pipa o un té, buenos compañeros para recordar. El silencio también tiene forma de pipa o guarda el aroma del té y es un buen guía. Hablo de pipa y té como estímulos y en realidad son símbolos. Símbolos del bienestar perdurable y éste se encuentra en tantas cosas, en tantos momentos; acaso en todos y no sabemos ver; nuestros ojos no los hemos abierto bien.