Veo brillar la vida

Veo brillar la vida
en la sonrisa de mi madre,
veo brillar la vida
en las piedras doradas por el sol
al final de la tarde
en Santa María Novella,
en la eternidad de mi pecho sin miedo,
en el silencio y la paz de los árboles,
en la palabra apasionada del padre Bernardo,
en los poemas de Borges y Wordsworth,
Wang Wei, Po Chu I y Ryokan,
en las avenidas de la amistad

Veo brillar la vida
a pesar de tantas cosas,
veo brillar la vida
en la abnegación de mi sobrina Geny,
en el sol luminoso que es mi esposa,
en la noche de estrellas,
en la oscuridad

Veo brillar la vida
en tantas pinturas que nos dan vida,
en la bondad y dulzura de Leonardo,
la eternidad de Tiziano, de Rubens,
Daniele Crespi y Carracci,
Miguel Ángel, Caravaggio y Bellini,
en una Madonna de Van Hemessen,
en una Virgen cuya luz está en nosotros
de un discípulo anónimo de Patinir

Veo brillar la vida
con Juan Antonio Díaz
cuando vamos a los cuadros
obedientes a la vida
y la vida se nos da