Hablando con una amiga
sobre antiguos amigos
me doy cuenta
de que somos algo más
que todas las cosas
que nos suceden.
Todas esas circunstancias
de nuestras vidas,
mientras hablamos me doy cuenta,
se desvanecen en el aire...
se entregan y acogen al aire...
el aire de la conciencia.
Mientras hablamos
queda tan sólo en mí
esta conciencia:
liberadora, clarificadora,
límpida expansión innegable,
amorosa,
lo que somos esencialmente,
esta inmortalidad infinita