La lección de las hojas

Las hojas secas en los árboles, en el suelo, 
se entregan... saben que hay algo más
grande que ellas...
Al verlas veo que nos dicen lo mismo que
San Pablo: "Habéis muerto y vuestra vida 
está con Cristo escondida en Dios".
San Pablo dirige sus palabras a todas las 
criaturas, a las hojas secas y a las hojas 
vivas, a los enfermos de Alzheimer y a los 
que cuidan a los enfermos de Alzheimer. 
Son palabras revolucionarias y todos los 
seres nos las decimos unos a otros y 
también nos las decimos a nosotros mis-
mos: "Habéis muerto, hemos muerto, y 
ahora nuestra vida está en Dios".
Son palabras que nos despiertan y nos 
libran de la manera superficial que tenemos
de mirar a las cosas.
Son palabras amplias que nos libran de 
todos los miedos y nos dan la verdad, 
nos dan la vida ahora y la vida eterna. 
Son palabras de gozo, de esperanza, 
de Resurrección, de Amor. 


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No hay mayor riqueza
que la pobreza de Dios


                         ooo


Ángel y Carmen, mis padres, mi tío Fernando
y la tía Elena y Maria Elena, los abuelos Má-
ximo, Gregoria y Virgilia y el primo Laurentino,
mis tíos Pepe y Alfredo, Enrique el marido de 
mi prima Almudena, la prima Tate... todos ellos
están aquí en el cielo santo, infinito y miseri-
cordioso de esta tarde invernal

                                         14 de diciembre 
                                               de 2024