a Thomas Seddon

En la colina apenas hay árboles,
el sol cae en la tarde
y las laderas se llenan de sombras.
Jesús piensa o sueña,
con la mano aparta una mosca
de su rostro,
piensa que estas hondonadas áridas
y estos escasos árboles
que parecen un milagro
son un sueño,
y prefiguran o revelan
que su vida también es un sueño.
En la lenta tarde y seca
surge un manantial,
un hilo de agua,
y Jesús sabe
que es un sueño de otros hombres
y también el suyo propio.
Y sabe entonces que su sufrimiento
puede ayudar a los soñadores,
que poner su espíritu en manos del Padre
es lo que le traerá la paz,
lo que le hará despertar del sueño