¿Quién os querrá, hombres cansados y tristes,
qué rincón de la tierra os acogerá,
qué lugar solitario y tranquilo?
¿qué nubes os darán
su pasajera dulzura,
amorosa, indiferente?
¿en qué montañas pasearéis
libres de vuestras podridas familias?
¿bajo qué lluvia hallaréis consuelo
y pasearéis siquiera una tarde despreocupados?