El viejo Tiziano

Estaba el viejo maestro Tiziano muy afanoso
pidíéndole al Señor que les librara
a él y a su hijo de la peste
que el Buen Señor Jesús
había tenido a bien enviar
para entretener a los venecianos
y Jesús le consoló así:
No te drogues chaval,
no te drogues
con tantas oraciones.
Yo también tuve lo mío,
sube aquí conmigo
y sigue pintando, si te place.
Un lienzo más amplio tendrás
y podrás siempre
tus colores pintar,
como un niño,
y como te gusta hacer,
tan fácilmente con tus manos.
Así que allá se fue Tiziano
y sus pinceladas aún podemos ver
por las tardes en el cielo
si nos asomamos


ooo


Las nubes van por el cielo,
quizá desemboquen
en un soneto de Shakespeare,
quizá desemboquen
en tu corazón,
pero qué es tu corazón
sino una nube

El cielo mismo va.
Cierras tus ojos
y sientes el viento llevándote
y eres el cielo