Aceptación sin límites
Entrega sin límites

Los terremotos, las erupciones volcánicas, los
tornados y los grandes movimientos del mar, los
accidentes, los accidentes de todo tipo, lo que
llamamos desgracias... El ego se siente amenazado,
siente miedo y sufre.
Pero si sabemos que somos algo más que el ego,
algo superior a él, si sabemos que somos parte
de lo eterno y del espíritu, de esa belleza, si
vivimos como decía Spinoza "Sub specie aeter-
nitatis", "Bajo la esencia, el amparo, de la eter-
nidad", entonces podemos sentir una aceptación
sin límites, una entrega sin límites. Vemos en-
tonces la belleza del universo, las obras del Es-
píritu, y recordamos entonces esas palabras de
Marcel Proust que están por encima de cualquier
miedo de los pequeños egos: "La materia existe
porque es una expresión del espíritu". Esta
visión: esta comprensión, nos trae la paz.