Nubes

Para que nos expandamos,
para elevarnos por encima de tantos límites,
nos perdemos con ellas, nos deshacemos
con ellas en el infinito,
nos recuerdan nuestro destino:
ser infinitos y felices como ellas

Mucho tiempo mirándolas
en esta mañana de nubes y el sol
resplandeciendo en ellas.
De las personas en las que me he fijado
pasando a mi lado
entre tantos rostros tan ocupados,
tan preocupados,
sólo una,
una monja quizá católica,
me ha parecido en armonía con las nubes.
En la calle de Alcalá, en medio del cielo,
su sonrisa maravillosa, la alegría de sus ojos,
su paso ligero, su vuelo,
una mujer celestial, una nube