a Teresa Sebastián y Dilyan Kátara

Feliz Teresa, Sonriente Teresa, Alma.
A los tristes, a los resignados, a los que lloran,
recordemos, con humildad pero con pasión,
que hay algo más alto y abrámonos a lo ilimitado
que, como nos dice Georg Simmel, late siempre
en nuestro pecho.
Oímos a Laurence Sterne: "Estoy enfermo,
muy enfermo, pero siento en mí
la Fuerza de la Existencia y sé
que no voy a morir sino a vivir".
La fuerza de la atracción celeste
que nos recuerda con dulzura
Marina Tsvetayeva es nuestro imán.
Te guardan tantos galantes caballeros...
La dulzura sabia de Dilyan, la sabiduría
de Ramana Maharshi y la tuya propia,
la de Marina Tsvetayeva y la maravillosa
sonrisa invencible de Chiara Corbella...
Que nuestras lágrimas, si las hay,
sean de gratitud, de amor y emoción
ante la maravilla invencible de la Vida,
de nuestra Vida