La luz sobre las cosas,
la luz acaricia las cosas, 
la luz besa las cosas,
Dios acaricia las cosas,
déjate acariciar por la luz, 
como una ola, como una onda,
llega a todos, llega a todo,
constantemente, 
déjate acariciar y besar por Dios


La luz de la normalidad,
en ella está Dios, 
en la luz de lo cotidiano 
y lo rutinario está Dios.
La luz de cada día es Dios,
haga sol o haga nublado.
Pase lo que pase ahí está Dios:
en lo ordinario y
en lo extraordinario.
Para estar con Dios 
no hace falta ir
a ningún sitio especial,
está en nuestra casa siempre,
siempre en nuestro corazón