a Ricardo Pita, amigo del alma
Es hermoso dirigirte estas palabras ahora
que sigues estando con nosotros, poder
sentirte de una manera nueva, y no tan
nueva, pues siempre hubo en ti algo
intemporal, sabio, eterno.
Muy silenciosamente, delicadamente,
me has enseñado a lo largo de muchos
años que hay algo ilimitado, abierto,
siempre acogedor en la tierra que pisamos,
en el cielo al que agradecidos miramos.
Una tierra y un cielo del que tú tenías
la llave y entrabas y nos invitabas a
entrar, como también ahora, sonriente,
lo haces.
ooo
a mis padres, Carmen y Ángel
Acabo de estar en la iglesia de San Manuel
y San Benito. La hermandad entre la gente,
un vínculo sagrado y santo entre las personas
es en las iglesias donde más lo siento.
Dios es ese vínculo, Jesús es ese hilo que
conecta todo, que hace transcender todo y
a todos, que eleva todo y a todos.
23 de mayo de 2024
ooo
a Javier Parra
Los pétalos marchitos de la rosa
me alumbran,
no podemos decir
que la rosa ha muerto,
hacia un horizonte ilimitado
prodiga su luz,
no podemos decir
que algo muera.
Hay afirmación,
hay esplendor,
el ojo del espíritu lo ve
y al ojo físico
le enseña a ver.
Hacia un horizonte ilimitado
se prodiga la luz
y ahí descansa